Shantala es una técnica de masajes hindú, traída por el Dr. Frederick Leboyer y adaptada a nuestra mentalidad occidental. Con esta técnica se beneficia no sólo el masajeado (bebé), sino también los que lo realizan: madre, padre, abuela, abuelo. Ya que uno de los fines más importantes del masaje es el de la comunicación, es necesario buscar los momentos de encuentro entre nosotros mismos y los seres que amamos.
El masaje ayuda a aliviar el dolor, a madurar el sistema neurológico, el respiratorio y el gastrointestinal, y también el desarrollo de la psicomotricidad. Aporta un recurso más para descubrir ese ser que es único y que aun no puede contarnos que le pasa. El ejercicio cotidiano del masaje le aporta al niño una mayor conciencia de sí mismo.
Este curso facilita la posibilidad de dejar aflorar esa sabiduría que todos tenemos.
«Un antiguo texto talmúdico, afirma que cada niño que nace, trae un mensaje para la humanidad. Quizás sean algunas palabras, una obra de arte, o a lo mejor construye algo, o compone una canción. O tal vez nos ayude a entender para qué estamos aquí.»
El curso consta de cuatro clases, de una hora cada una, una vez por semana.
La última clase está destinada a que aprendan la técnica los papás.